Risotto con almejas
Un platillo originario de la región de Lombardía, al norte de Italia. Cuenta la leyenda que un enamorado quiso que en el día de su boda su prometida comiera un arroz único: utilizó queso parmesano y vino y consiguió una textura cremosa nunca antes vista. El risotto es una experiencia única y elegante.
Rinde 4 porciones
Tiempo estimado de preparación: 25 min
Ingredientes
250 g de arroz arborio
540 ml de agua
500 ml de caldo de almeja Alto Golfo
24 almejas en su concha Alto Golfo
20 espárragos verdes y tiernos cortados en trozos
100 ml de vino blanco
70 g de parmesano rallado
20 g de cebolla blanca finamente picada
35 g de mantequilla
10 ml de aceite de oliva
Nota: Si tienes dudas acerca de como comprar almejas, conservarlas o tratarlas antes de cocinar, te recomendamos que leas nuestro artículo anterior: Cómo comprar, almacenar y cocinar almejas
Preparación
Para cocer las almejas y obtener el caldo, colócalas en una olla con tapadera con 100 ml de agua y ponlas a hervir, tardarán de 5 a 10 minutos en abrirse, una vez que lo hagan retíralas y conserva el caldo. Deja 8 almejas en su concha para decorar y del resto conserva sólo la carne.
En una olla mezcla el agua con el caldo de almeja; hierve en este caldo los espárragos (previamente cortados en trozos de aproximadamente 1.5 cm) hasta que estén cocidos sin que hayan perdido su firmeza. Separa los espárragos y consérvalos en agua fresca.
En una cacerola calienta el aceite a fuego medio, añade la cebolla y el arroz y dóralos ligeramente. Reduce la flama al mínimo. Agrega la mitad del vino blanco y conforme se evapore agrega el caldo de almeja poco a poco. Mantén tapada la cacerola con una pequeña apertura para permitir que escape un poco el vapor.
Después de aproximadamente 15 minutos, el arroz estará cocido. Retíralo del fuego.
Añade la mantequilla en cubos, el queso parmesano, las almejas y el resto del vino blanco. Mezcla con cuidado utilizando una cuchara de madera y añade los espárragos hasta incorporarlos.
Sirve en un plato y decora con espárragos y almejas en su concha.
Maridaje
La cremosidad del risotto, en conjunto con el toque ligeramente añejo del parmesano hace que el platillo pueda combinar con tintos suaves ligeramente amaderados sin caer en lo demasiado mineral, podemos intentar con algún Syrah joven o, del lado de los blancos, con un Sauvignon Blanc, no afrutado.
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